El otro día, mi hermana encontró esta lámpara de fora en su trastero. Suele ser la típica lámpara que desechamos porque es vieja y no funciona, o bien porque esta oxidada y creemos que no merece la pena arreglarla. Ésta en concreto, es de forja, de color negro. Tiene tres brazos, y en cada uno de ellos los antiguos casquillos que imitan a las velas.
Pensamos que tal vez con unos arreglitos sencillos podría lucir en su salón. Además, lo vintage está de moda, y no está la cosa como para comprar cosas nuevas teniendo en casa objetos que podamos aprovechar. Hay que reciclarse!
Le hemos cambiado el color a la lámpara, dándole un toque de luz con este color beige. La envejecemos y sustituimos los casquillos viejos por otros nuevos, para poder acoplarles las tulipas.
Espero que os guste el resultado!!